La bancarrota bajo el Capítulo 7 permite a las personas eliminar la mayoría de sus deudas, como tarjetas de crédito y facturas médicas, y detener de inmediato las cobranzas y demandas. Es una herramienta efectiva para quienes necesitan un nuevo comienzo financiero.

Evaluamos su situación para determinar si el Capítulo 7 es adecuado y lo guiamos en cada paso del proceso. Le ayudamos a proteger sus bienes, presentar la documentación correcta y avanzar hacia una recuperación financiera real.

La bancarrota bajo el Capítulo 13 ofrece a las personas la oportunidad de reorganizar sus deudas mediante un plan de pagos manejable. Este proceso permite detener ejecuciones hipotecarias, proteger bienes importantes y ponerse al día con pagos atrasados, brindando estabilidad mientras se conserva el patrimonio.

Analizamos su situación financiera para diseñar un plan de pagos realista y adaptado a sus necesidades. Lo acompañamos durante todo el proceso, asegurando que cumpla con los requisitos legales y avance hacia una solución sostenible que le permita recuperar el control de su futuro económico.

La bancarrota empresarial bajo el Capítulo 7 permite a una compañía cerrar sus operaciones de manera ordenada y liquidar sus deudas. Este proceso es útil cuando el negocio ya no es viable y se busca una salida legal que proteja a los dueños frente a demandas y cobranzas. La liquidación permite distribuir los activos entre los acreedores conforme a la ley y cerrar el ciclo con transparencia y seguridad jurídica.

El Capítulo 11, por otro lado, ofrece a las empresas la oportunidad de reorganizarse y continuar operando mientras reestructuran sus deudas. Este mecanismo es ideal para negocios que aún tienen potencial, pero necesitan alivio financiero para estabilizarse. Bajo el Capítulo 11, se puede negociar con acreedores, modificar contratos y crear un plan que permita a la empresa recuperarse y seguir adelante.